lunes, 9 de mayo de 2011

tamatsi kayaumari

Caminando hacia mi corazón. En unas horas más de nuevo en la jícara de la vida. Regreso a cerrar ciclos, ofrendar hábitos, replantearme unas vez más mi vida. Amanecer más consciente de la vida. Hablarle, cantarle y danzarle al venado; pero también preguntarle. Agradecer también, eso siempre. Tengo miedo, no hay porque negarlo pero también tengo Fe. Livi ya no está, la extraño, aquí en San Luis fué la última vez que la ví, ahora mora en la eternidad del universo y en mi corazón.
Ver de nuevo a la gente de Margaritas me reconforta, darles su dinero de los productos que amorosamente hacen en su hogar, eso me llena de esperanza.
Abuelito de mi corazón: permíteme entrar a tu hogar, permíteme acceder a esa parte tan ínfima de mi ser donde ningún ser, donde ninguna energía la ha trastocado, permíteme entrar a la parte más sagrada de mí, con todo permiso y humildad. Permíteme entrar a Wirikuta. Te traigo corazón, te traigo velas, te traigo copal, te traigo maíz para sembrar.