lunes, 29 de junio de 2009

:

Hemos de rescatar la dimensión de lo femenino tanto en el hombre como en la mujer. Por este femenino, el ser humano se abre a la acogida, se sensibiliza por la profundidad misteriosa de la vida y recupera su capacidad de maravillarse. Hay un exceso de energía masculina que recalienta y quema. Lo femenino es agua, es frescor, es templanza, lo femenino ayuda a recuperar la dimensión de lo sagrado, y lo sagrado siempre impone límites a la manipulación. Lo femenino crea la capacidad de religar todas las cosas con su fuente creadora y esto es fundamental para la evolución del ser humano y para salvaguardar la Tierra"

Leonardo Boff, teólogo de la liberación